Ayer pasó por Murcia Javier Solana, ministro en tres o cuatro carteras de distintos gobiernos de España, siempre bajo la jefatura de Felipe González. Si ayer (¡hace más de treinta años!) se hubo mostrado aguerrido como el que más, hoy, tras muchas experiencias democráticas, presenta un perfil plácido, interesante en lo profundo y componedor.
La pérdida de fuerza de nuestra casi perdida Juventud actual, le conmueve tanto como a quienes nos condolemos por ello. Anuncia la ineludible necesidad de contener el avance -merecido avance- de más de dos mil millones de personas hacia mejoras en la calidad de vida, mediante nuevas y más eficientes formas de generar riqueza. Es difícil componer soluciones para proveer de alimentos y energía a tantas personas. Hace un guiño, explícito e indisimulado, a esta novedosa forma de obtener beneficios del ya muy vilipendiado 'gas de esquisto' y se conmueve con Dakota del Norte (y yo añado a Pensilvania) si repara en su potencia extractora de gas. Me inquieta saber si su opinión -como experto físico del Medio Sólido- en su traslado hasta el campo ideológico sufrirá algún tipo de acotación. Espero que no. Finalmente, esto sí que es de destacar, formuló con rotundidad que lo que a él le mueve tiene que ver en exclusiva con propuestas de aproximaciones, nada de alejamientos.
Vaya, el Foro de Murcia, sigue luciendo.
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