(Transcribo el mensaje esclarecedor y sincero de F. Roca. A la vista del cual me tomaré mi tiempo -estoy muy ocupado- para dar una respuesta a tono con su nivel.)
ME JODO, LUEGO EXISTO. Querido Juan, voy a dar por zanjadas estos elogio-insultos que tanto nos gustan. Pero antes quisiera corregirte algunas cosas, pues las meninges te han sido afectadas, sin duda, por alguna infección de un garbotazo superior que se te infectó en la niñez. ¡Qué cacao tienes Juan! He de decirte que la parajoda, si parajoda, de Epiménides- en realidad Epimenides si hemos de atender a Jesus Mosterín y su reglas de pronunciación del griego arcaico-es una paradoja que ningún Ingeniero de Caminos puede comprender, pues ningún Ingeniero ha dicho jamás una verdad- fíjate una verdad, no la verdad- según avala mi experiencia. De Kurt Gódel he de decirte que lo más interesante para mí es que murió literalmente de inanición, y creía que le envenenaban con manzanas, como en el cuento. Se cuenta de él, que enfrentado en Princeton a las fuertes espaldas de los chicos del medio oeste, su nariz nunca abandonó la pizarra. Las matemáticas son incompletas, desde luego, casi como tu concepción de la lógica formal, o quizá un poco menos. Para cubrir este grave déficit te recomiendo, que leas los siguientes libros, para que solfees y no cantes como un niño de coro con los mocos colgando: "Elementos de lógica Teórica" de tu admirado Hilbert y también de Ackermannn. A mi no me gusta y comienza diciendo "la lógica matemática es una extensión del método formal de la matemática en el campo de la lógica", página 11, Tecnos, 3a Edición 1993. Hilbert dijo una vez en 1914 que "Oímos ante nosotros una perpetua llamada. Hay un problema. Encuentra su solución. Es posible hacerlo con la pura razón". En cuanto al amigo Russell, por el que yo estuve fascinado en mi infancia, que como habrás podido comprobar está lejos de terminar, te dire que a mi me expulsaron de un curso de doctorado, por el simple hecho de mencionarle, y me dijo un catedrático "homo uni libri", "este no es lugar para eso, vaya usted a Espinardo". Al principio, dado mi desconocimiento de la geografía pimentonera, creí que me mandaban directamente al cementerio, pero luego me tranquilizó un compañero al aclararme que por alli pacía la Facultad de Filosofía. Allí siguen ambas entidades. Eso es la Universidad actual.Abandonando el terreno metodológico y entrando en el ontológico, te diré que la única manera de saber si uno existe es comprobar si está jodido. Sí lo está, pocas dudas puede haber de su existencia. Esta teoría, principal contribución de Fernando Roca a la Humanidad, en unión de algunas nada despreciables interpretaciones de Tárrega y Albéniz, posee un corolario no menos interesante, a saber: Los no jodidos no existen. Así, la gente féliz en realidad tiene un carácter espectral, fantasmagórico. ¿Crees que me darán algún enchufe para desarrollar mi teoría? ¿a cuántas Mesas Redondas seré invitado a participar? ¿Viviré de ello?
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