El PSOE se ha dedicado a exprimir el
‘desliz’ machista de Cañete a lo ancho y largo de la plural España, como si
aquellos que no conforman el ‘suelo electoral’ del partido (vaya, el voto
cautivo) fueran tontos del culo. Que un hombre supere dialécticamente a una
mujer corre el peligro de ser señalado machista. Si una mujer, por el contrario, desborda intelectualmente a
un hombre, nadie esgrimirá nada acerca de la discriminación positiva de la
mujer. Esto es así. Tan cierto como que la inteligencia es independiente del
sexo de cada cual. Cambia el rollo mitinero, Valenciano, y cuenta cómo harás en
Europa cosicas diferentes a las que montan tus amigos, los socialistas
franceses. Cuéntanos.
En estas Elecciones la clave
europea ha brillado por su ausencia. No sólo en Europa sino en España y en
nuestra Región. Da lo mismo que más de dos tercios de lo que pasa en España se
decida en Europa. Se ha plasmado el hartazgo de los ciudadanos respecto a
nosotros los políticos: véase el sentido del voto, véase la abstención. El
resultado representa lo más sombrío del panorama político y se nota que lo de
menos es quién ha de gobernar. Es trágico que en el futuro se necesitasen un
montón de pequeños partidos para gobernar. Y, por resumir, nuevo triunfo
electoral del PP (como siempre), mientras que lo del PSOE es para hacérselo
mirar. No solo el partido en su conjunto sino, en especial, sus dirigentes.
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