Hay un señor twittero, de raza, cabezón y tesonero a quien
le agrada debatir conmigo. Es, siempre, su intención llevarme por el camino que
él marca. Siendo que, a veces, carece de razón y lo -que es peor inconsciente
de su error- acaba por determinar que mis discursos tipo-140 constituyen impertinencias a su persona. Pero no es así,
pues si mis argumentos son válidos por lo general para apoyar mi punto de
vista, ello no implica necesariamente un desprecio hacia su persona. Sí lo es, por
el contrario, respecto a sus argumentos. Como soy diputado, mi amigo (twittero
tenaz) sorprende conminándome a que debata con él so pretexto de que él paga
parte de mi sueldo de diputado. Su juvenil agresividad dialéctica podría sufrir
un ligero varapalo si tomase la providencia de dirigirse a la Asamblea Regional
y comprobara si yo tengo o no ese sueldo que enarbola con cierto aire de
sobrado. Esta es una. Otra, hablando de la cuestión local que nos ocupa, me
atiza lo de los cinco millones de parados como argumento universal y/o
particular a fin de exigirme comunión semántica con sus recurrentes y poco
variados puntos de vista.
En fin, y yendo al cogollo de la cuestión, mi twittero
mantiene la irrenunciable tesis de que la autovía RM-11, que conecta Lorca con
Águilas constituye una barrera tal que propicia la inundación de determinada
zona del término municipal de Lorca, justo en el punto en el que confluyen las
ramblas de Nogalte, Béjar y Torrecilla, constituyendo la denominada rambla de
Viznaga (ó Biznaga). Yo mantengo que tal infraestructura no sólo no es la
culpable de tal embalsamiento sino que es una de las ‘pacientes’ por causa de
avenidas de agua. Dada mi natural modestia técnica lo emplacé a girar visita al
Director General de Carreteras para solicitar aclaración del asunto, con la
seguridad de que sería bien atendido. Su respuesta, a más de mi supuesto sueldo
y los cinco millones de parados, es el ofrecimiento de un enlace en donde el
alcalde de Lorca dice lo que mi twittero mantiene, como si el referido alcalde,
además de regidor de su municipio, fuese la reserva espiritual de los discursos
metodológicos de Gumbel, Frechet o Martínez Salas (mi opinión es que el alcalde
Jódar jamás tuvo tal pretensión). Para justificar lo que digo, y a fin de
desacreditar a mi polémico retador, adjunto en un plano el esquema donde –si se
es entendido y/o se quiere entender- puede observarse que:
La confluencia de las citadas ramblas aportaron bajo la
RM-11 un impresionante caudal de 1.100 m3/seg (800, 200 y 100 respectivamente)
según mediciones realizadas por el operativo formado por personal técnico
competente. Tal caudal -1.100 m3/seg- hubo de ser desaguado por la rambla de
Viznaga pero no fue posible pues la capacidad de desagüe aguas bajo de la RM-11
no supera los 250 m3/seg. Dado que la obra de fábrica situada en el punto
estratégico de la RM-11, según proyecto, está dimensionada para un caudal de
1.000 m3/seg, puede verse en el plano adjunto que el ‘tapón’ se produce por la
incapacidad hidráulica de Viznaga y no por la referida RM-11.
Por si pudiera pensarse que este apunte estuviera
caracterizado de excesiva teoricidad, no hay mejor manera para determinar su validez
que la comprobación realizada in situ respecto a la batería de cajones que
permiten el paso del agua bajo la RM-11: ¡no entró en carga! O dicho de otra
manera, los conductos no estuvieron a sección llena en momento alguno.
Todo esto podría haberse obviado con tal de examinar en las
muchas fotografías tomadas cómo el agua ‘dormía’ a uno y otro lado de la
autovía. La barrera no fue, el día de San Wenceslao, la culpable de que los
vecinos quedaran injustamente inundados. Las razones para haber evitado esto pueden
variar, según los casos.
Para finalizar, recomiendo a mi contumaz twittero que baje
las pretensiones de sus argumentos, deje los cinco millones de parados para los
políticos –ya sean populistas ó no- y no apele a su aportación en el pago de mi
inexistente sueldo. Mejor, que siga mi consejo: hágase topógrafo y repase
Hidráulica.
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