Como perteneciente a este candidatura, ofrezco a quién lo demande mi opinión.
He sido, soy, miembro de la actual Junta de Gobierno del CICCP. Formo, además, parte de la candidatura Santamera-Loureda (CSL). Lo hago, no como solución de continuidad de unos y otros sino movido por el interés que hacia el Colegio he demostrado durante 20 años y para dar testimonio del cómo ha sido el transcurso de esta última legislatura bajo la presidencia de Edelmiro Rúa, del cual, si cabe, su mayor blandura ha sido aceptar como buena una oposición frontal y tremenda formada por una minoría de vocales que hoy se vuelven a alinear en el equipo de M A Carrillo. Lo diré con claridad, la actitud de uno de los vocales, bajo la asunción del resto de ellos, debo entenderlo, siempre me pareció la de un vigoroso 'político de la oposición' poniendo, siempre, objecciones a todo. Resulta poco procedente la actuación minoritaria de oposición permanente (obstaculizar, bajo mi punto de vista) de algunos dentro de un órgano cuyas funciones son ejecutivas. Es muy raro, sobre todo cuando hemos tenido experiencias suficientes, en los últimos años, respecto a composiciones plurales que siempre han terminado trabajando en conjunto y armonía.
Es muy inexacto que mi presencia en CSL suponga una continuidad respecto a la de Edelmiro Rúa. Yo, en realidad, solo me voy a 'suceder' a mí mismo por cuanto he podido comprobar que la componedora actitud constante de consenso por parte de Edelmiro no ha valido para poder dejar el Colegio en una situación más favorable que la que en este momento tiene. Ni Edelmiro ni los vocales de su candidatura hemos sido capaces de hacer funcionar como 'colegio 'unico' lo que en los Estatutos está regulado. Y no por impericia, no por malos gestores, sino porque algunos decanos -los llamaré, los grandes- han hecho caso omiso de los requerimientos formulados acerca del cumplimiento económico de los fondos del Colegio. Éste, como tal Colegio Único, dispone de algún dinero en sus demarcaciones. En especial, la de Madrid y Cataluña disponen de sumas importantes, tanto que no es de recibo haber tenido tamaña dificultad a la hora de practicar ´'eres' y despidos, acuciados por esta tan grande como impertinente crisis.
CSL ofrece una alternativa a lo que MA Carrillo parece disponer en su candidatura con pleno de decanos 'grandes'. He sido 18 años decano de Murcia y Coordinador de la Junta de Decanos durante 14 y sé diferenciar sobre lo que los Estatutos del Colegio disponen en relación con los órgnos de gobierno: Consejo General, Junta de Gobierno y Junta de Decanos. Cada uno con sus cometidos específicos. Si ahora la Junta de Gobierno se confecciona (según leo) con siete vocales entre decanos y vicedecanos, ¿en qué queda la Junta de Decanos? Posiblemente en un órgano sin personalidad en donde los decanos 'pequeños' quedan a merced del juicio mayoritario de quienes, además, pertenecen a la Junta de Gobierno. Y, lo que es de mayor enjundia, no sólo en la Junta de Gobierno sino en el Consejo General, dando un rodeo a lo que estatuariamente se limita: los miembros de la Junta de Gobierno no pueden ser miembros del Consejo (sí, asistir, con voz y sin voto).
Respecto a los programas electorales de unos y otros, con la mano en el corazón, entiendo que las propuestas de unos y otros no se diferencian sustancialmente (se podría analizar, no obstante): el Paro, escandaloso Paro (de julio 07 a feb 12, el aumento es del 3.000%¡¡); la proliferación de escuelas como hongos, la defensa del colegiado ante su salida al extranjero para evitar su consideración como emigrante, la capacidad (¡muy importante!!) de negociar con las autoridades a fin de evitar el creciente desprestigio de nuestra profesión; hacer el Visado obligatorio, al modo de los arquitectos; la restructuración del Colegio en función de si es mejor observar el dogma de Colegio-Único-Caja Única o no, la aplicación, insoslayable, de los 'modos on line' en la formación permanente: colegio único=igualdad de oportunidades a todos etc..
Termino expresando mi particular impresión respecto a los determinados fracasos susceptibles de ser imputados a la actual Junta: no lo serían tanto por incompetencia propia como por el sistemático bloqueo (*) que la oposición de los vocales de MA Carrillo ejercieron con contumacia.
(*) Mi punto de vista se concreta en incredulidad e indignación de esta cuestión sistemática.