El mérito de Florentino Pérez al frente del Madrid es indiscutible. Tiene en su haber la proeza de disponer un equipo capaz de 'resistir' al mejor equipo de la Historia del Fútbol (cuestión ésta que debemos reconocer todos, se sea del Madrid o no), tanto que es posible quedar campeones pese a perder los dos partidos contra el Barcelona (no estaría mal el arreglo).
El problema del Madrid es que con Mouriño de entrenador no es posible ganar al Barcelona si no es por casualidad (Valencia, final de Copa 2011).
Veamos la organización del entrenador mejor pagado del mundo: Enmedio de todo, del campo, de su propio equipo, del contrario, coloca a un locarrias y a un ciezo (Pepe y Lass) que se pasan todo el partido dando patadas y son incapaces de crear juego. El Barcelona, entonces, a sus anchas. A Ronaldo lo pone pegado al poste de córner para que le llegue algún balón. Cuando le llega aparece el 'Sumidero Ronaldo' quien marca una vez si acaso y se pierde el balón casi siempre. Improvisando (esperando la gloria merecida por los astutos) un lateral y dispone la novedad de otro central muy descansado. El Madrid no es capaz ni de quitar el balón al BarÇa ni de dar tres pases seguidos, lo cual lo convierte en equipo del montón. Esto no es de recibo: un equipo cuyo uno de sus jugadores difruta de un sueldo que valdría para financiar el total del presupuesto de todo un grupo de la infausta Segunda B, plantea los partidos como si fuera eso, un equipo de Segunda B. Un claro ejemplo: ¿No resulta parecido el esquema, reiterado esquema, que presenta el Madrid ante el Barcelona, al que en su día el Murcia de Segunda B le planteó al Real Madrid para empatarle? Y no es lo mismo el presupuesto del Murcia que el de Sumidero Ronaldo.
El gran pecado de Mouriño, además de lo chulo y desagragradable que es, tiene que ver con su gran pecado capital: Ha hecho un equipo que se divide en dsea uno más. O sea, como Messi.
Y que no se me olvide -ya que estamos- un par de cosas. Una, la campaña del Murcia, notable alto. Dos, lo del UCAM Murcia, ¡increible!: a falta de ocho minutos ganaba de 15 y al final pierde de cuatro (32 puntos encajados en el cuarto).